Ya os habréis dado cuenta que las últimas semanas estamos compartiendo en nuestros perfiles sociales noticias sobre casas pasivas. Os adelantábamos en el arranque del blog que una de las novedades que había traído el 2017 a Jesfer era, precisamente, una nueva especialidad para la empresa: la construcción de casas pasivas. Para ello, en nuestro equipo disponemos de profesionales formados en el estándar Passivhaus, acreditados por las titulaciones oficiales emitidas por el Passive House Institute, contando con personal certificado como Designer y Consultant, especializados en las fases de planificación, cálculo y diseño según este estándar, y también con profesionales acreditados como Tradesperson especializados en la fabricación e instalación en obra según las pautas marcadas por Passivhaus.
Mucho se oye hablar de las viviendas sostenibles, la eficiencia energética de los hogares, cómo conseguir que una casa tenga consumo energético casi nulo… Pero, ¿sabemos realmente que es una casa pasiva? También conocidas como ‘Passivhaus’, esta terminología hace referencia a aquellas viviendas con una eficiencia energética muy superior a las tradicionales. Se trata de construcciones que utilizan recursos de la arquitectura bioclimática consiguiendo lo que se denomina casas de alta eficiencia energética es decir, hogares totalmente aislados.
Este tipo de construcción surgió en Alemania en los años 90 y poco a poco se ha ido extendiendo por otros países, incluyendo España. El punto fuerte de las casas pasivas es el ahorro energético que suponen: consumen hasta siete veces menos que una vivienda tradicional, son además construcciones que aprovechan al máximo la luz solar en invierno manteniendo el calor dentro de la vivienda. Esto es debido a su altísimo aislamiento y a un sistema de ventilación específico que permite recuperar el calor.

Este estándar Passivhaus consigue minimizar el uso de sistemas convencionales de calefacción y refrigeración, son edificios pensados para aprovechar al máximo la luz y la radiación solar, con un altísimo aislamiento y una renovación del aire a través de un sistema de ventilación que recupera el calor. Además, cuando hacemos referencia a una casa pasiva no lo hacemos a un diseño arquitectónico específico sino una serie de normas energéticas que se pueden aplicar a cualquier construcción.
Aunque lo desarrollaremos en post posteriores, para conseguir que una edificación se le defina como Casa Pasiva es fundamental que cumpla los cinco principios básicos de un diseño Passivhaus (excelente aislamiento térmico con variaciones mínimas de temperatura fuera/dentro, ventanas y puertas de alto aislamiento, eliminar los puentes térmicos, ventilación mecánica con recuperación de calor, estanqueidad al aire) y superar tanto ensayos en obra como una auditoria del PHI ( Passivhaus Institute)
Precisamente, hace unas semanas nos hacíamos eco en nuestra página de Facebook de un ejemplo vivienda unifamiliar que sigue el estándar de construcción Passivhaus. Esta casa pasiva se encuentra en Palma de Mallorca y combina la eficiencia energética con el confort interior, dos de las claves esencial del diseño Passivhaus. Se abastece de agua de lluvia y en invierno no es necesario encender la calefacción, lo que supone un altísimo ahorro energético para los propietarios.