La sociedad está cambiando continuamente, cada vez aparecen nuevas condiciones y necesidades, y la arquitectura debe adaptarse. Con el objetivo de analizar el presente y el futuro de la construcción sostenible, se celebró hace unas semanas el Congreso Passivhaus en Sevilla. Cita muy importante para el sector, que desde Jesfer hemos seguido muy de cerca, en la que se habló muy extensamente de los desafíos Passivhaus que hoy vamos a analizar.
El futuro del Passivhaus a debate en Sevilla
Los pasados 16, 17 y 18 de noviembre tuvo lugar, por novena vez, este congreso sobre el estándar de construcción de casas pasivas, el principal evento de España sobre eficiencia energética y edificios pasivos de bajo consumo, bajo el estándar Passivhaus. El objetivo de esta conferencia es poner de manifiesto que los edificios pasivos son la solución a los problemas a los que se enfrenta la arquitectura actual, es decir, la solución para disminuir el consumo energético, mejorando la sostenibilidad y garantizando el respeto al medio ambiente y, por supuesto, analizar este estándar hablando de los desafíos Passivhaus.
Durante estos días, se ha debatido sobre el presente y el futuro de la arquitectura Passivhaus, con el fin de que las instituciones, promotores, constructores, técnicos y público en general, se comprometan con las construcciones pasivas. En un momento, además, en que estamos afrontando la entrada en vigor de la directiva europea 2010/31 de Eficiencia Energética de Edificios, que estipula que todos los edificios construidos deben ser ECCN, es decir de consumo casi nulo. Para los edificios de titularidad pública la fecha límite es final de 2018 y para los privados el límite establecido es final de 2020.
El estándar Passivhaus garantiza el diseño y ejecución de edificios para obtener demandas muy bajas de energía y adaptable a múltiples soluciones constructivas, y por ello ha sido adoptado por varios países de UE como estándar de referencia para la construcción de Edificios de Consumo Casi Nulo (ECCN).
Este congreso nos da una idea de la dirección que va a tomar la arquitectura pasiva en los próximos años. Se han visto propuestas como el primer sistema para proteger la vivienda de una ola de calor a través de la fabricación de fachadas respetuosas con el medio ambiente. Estas fachadas mantendrán la temperatura del hogar constante tanto en invierno como en verano, tanto para hacer frente a olas de calor como de frío.
El fundador del Passivhaus Institut, Wolfgang Feist, uno de los expertos más reconocidos del mundo en construcción energéticamente eficiente, ofreció una ponencia magistral durante el congreso, que sirvió para poner el broche final a esta jornada de reflexión sobre el futuro que el estándar Passivhaus nos ofrece.
¿Cómo cambia la arquitectura y qué desafíos Passivhaus tiene por delante?
La nueva arquitectura demanda eficiencia, ya que la sociedad vive en proceso de continuo aprendizaje y cada vez es más responsable con su entorno. Las nuevas tecnologías consiguen que nos volvamos más exigentes con respecto a la innovación y por tanto, al mundo de la arquitectura se le presentan desafíos que van muy ligados al estándar de construcción Passivhaus.
De cara a los usuarios, la arquitectura del futuro deberá cuidarnos, más allá de darnos un lugar dónde vivir. El confort es cada vez más esencial en la vivienda, de manera que las viviendas Passivhaus deberán incluso mejorar nuestra salud y bienestar. Pero además, las nuevas viviendas tendrán que mantenernos informados acerca del consumo que generen, para así tener un control total de nuestro gasto energético.
En lo que respecta al consumo energético de la vivienda del futuro, todo apunta a que se producirá una fuerte mejora de las técnicas constructivas. Y es que, para 2020 se ha marcado el objetivo reducir dentro de la UE un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero, incrementando el aporte de energía mediante renovables y aumentando también en un 20% la eficiencia energética de los edificios.
Por otro lado, se debe ahondar en la mejora de los materiales y del proceso productivo, ya que además de reducir el consumo hay que construir con materiales más sostenibles . En este sentido, el Passivhaus tiene que marcar pautas para potenciar el uso de materiales reciclables y elementos reutilizables mucho más respetuosos con el medio ambiente. Es necesario atender por tanto, a los recursos de los que disponemos y saber reinventarlos parar darles un nuevo uso.
En Jesfer apostamos por la madera, como el mejor material para llevar a cabo las construcciones del futuro, ya que es un material natural, reutilizable, reciclable, biodegradable y que además actúa como fijador de CO2, reduciendo el efecto invernadero.
Otro de los factores que hay que considerar es la edificación en las ciudades. Y es que, cada vez son mayores los índices de contaminación en las urbes, lugares en los que se localiza la mayoría de la población (en el caso de Europa, el 85% de la gente vive en ciudades). El estándar Passivhaus tiene que ir más allá de la vivienda unifamiliar y suponer una verdadera opción para instaurarse como una opción de edificación en ciudades.
Además, hay que atender al envejecimiento de la población, puesto cada vez hay un núcleo mayor de gente de más edad, con unas necesidades muy definidas. En este sentido, se tendrían que estudiar medidas destinadas a potenciar la repoblación de zonas rurales, en los que sus habitantes puedan disfrutar de mayor calidad de vida, sin los riesgos para la salud que supone la vida en las ciudades.
La arquitectura debe estar en continuo proceso de cambio, adaptándose continuamente a las demandas que la sociedad genera. El Passivhaus se ha constituido como la respuesta a estas demandas, pero todavía queda mucho camino por recorrer hasta que consigamos que este estándar de construcción se generalice.