La madera contralaminada (Cross laminated timber en inglés, CLT o X-Lam) es un producto estructural elaborado a partir de tablas de madera maciza encoladas en varias capas, dispuestas perpendicularmente entre ellas. Con esta disposición se consigue un producto muy estable pues el sistema de capas cruzadas reduce notablemente los cambios dimensionales en la madera, y es un sistema de elevada resistencia mecánica y gran rigidez. Gracias a su composición de capas cruzadas la estabilidad dimensional de CLT mejora considerablemente con respecto a la madera maciza, especialmente en el sentido transversal, reduciendo en gran medida los cambios dimensionales producidos por los cambios de humedad del ambiente en la madera.
Los orígenes de la madera contralaminada los encontramos a finales del siglo pasado en Europa central, concretamente en la década de los 90 en Alemania y Austria. Para desarrollar este producto se aplicaron conceptos ya aplicados en otros productos como los tableros multicapa de madera maciza y las vigas de madera laminada, consiguiendo un producto de gran resistencia mecánica y rigidez lo cual permite por ejemplo construir grandes edificios usando muros estructurales de reducido espesor, del orden de 10cm.
La tecnología de fabricación y las dimensiones de los paneles de madera contralaminada varía dependiendo del fabricante, su composición de capas permite fabricar multitud de grosores y longitudes, que permiten optimizar el material. Podemos encontrar en el mercado desde paneles estándar en formato 1250mm de ancho hasta elementos fabricados para proyecto en formatos XL (hasta 3500mm de ancho) con largos fabricados a medida en ambos casos. El número de capas siempre es impar, para alternar capas cruzadas 90º, existen panesles entre 3 Y 9 capas normalmente con grosores que van desde los 60mm hasta los 340mm. La madera utilizada es normalmente abeto, aunque pueden usarse otras maderas como el pino o el alerce.
Los tableros se mecanizan en fábrica con sistemas de control numérico lo cual permite una gran precisión y rapidez en la ejecución. Con tableros de madera contralaminada pueden construirse tanto elementos verticales (muros), como elementos horizontales (forjados o cubiertas). Este sistema ofrece una gran rigidez que permite la construcción de edificios de considerable altura. Son construcciones ligeras con un excelente comportamiento antisísmico. La ligereza de la madera, la hace ideal para colocar en proyectos de rehabilitación, por ejemplo, para ampliar la altura de un edificio. Además, los tableros CLT están conectados entre si mediante uniones dúctiles, que actúan como disipadores de energía en caso de terremoto, y esto unido a su bajo peso propio hacen de la madera contralaminada un sistema ideal en zonas de alta sismicidad.
Además ofrece alta resistencia contra incendios. En caso de incendio la madera se carboniza superficialmente pero su núcleo mantiene sus propiedades resistentes. Por eso es posible construir edificios con madera contralaminada capaces de resistir un incendio durante horas, permitiendo la evacuación de sus ocupantes. Por el contrario, otro tipo de estructuras de como las de hormigón o metálica necesitan protecciones para evitar que colapsen en caso de incendio.
Posee muy buenas propiedades de aislamiento. Esto se debe fundamentalmente a la capacidad aislante que tiene la madera, lo cual favorece la ausencia de puentes térmicos y contribuye a aumentar el aislamiento térmico global del edificio. Además de la utilización de un material ecológico sostenible de grandes ventajas. La madera es un material natural y sostenible, que supone una importante reducción de emisión CO2 en el proceso de fabricación, y actúa también como sumidero o almacén de carbono, gracias a su composición orgánica. Además, la madera actúa también como regulador natural de la humedad, de manera que se consiguen edificios más saludables.
El resultado es un sistema constructivo que permite un corto tiempo de ejecución, construcción en seco y una rápida finalización. Las piezas se preparan previamente en el taller, ya están cortadas a medidas y mecanizadas mediante CNC, por lo que el tiempo de ensamblaje en el lugar donde se ubicará la estructura, se reduce considerablemente. Esto es posible gracias a la medición, diseño 3d y planificación de todos los elementos. La optimización del material y la reducción de plazos de ejecución conlleva una importante reducción de costes.
En la industria de la construcción, la incorporación de la madera contralaminada aumenta cada vez más debido a sus características de resistencia, diseño, sostenibilidad y versatilidad.
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