El suelo es uno de los elementos fundamentales de nuestra vivienda, tanto a nivel estético como a nivel funcional en todo lo que se refiere a aislamiento y confort. Por eso, debemos cuidarlo y elegir el mejor tipo que se adapte a nuestras necesidades y a las características de la vivienda. Los suelos de madera se han asociado tradicionalmente a las casas rústicas pero dadas las muchas terminaciones con aspectos cada vez más actuales y vanguardistas, son más las personas que deciden apostar por ellos en todos los tipos de viviendas. Y es que, aunque a priori parezca que todos los suelos de madera son iguales, existen diferentes tipos de madera, cada uno con sus particularidades, con los que adaptarse al máximo a las necesidades de la vivienda.
Tipos de suelos de madera
El parquet quizás sea uno de los más conocidos y repetidos por la gente en los últimos años, ya que cada vez más viviendas apuestan por él. Se trata de un tipo de suelo de madera que tiene como mínimo una capa superior de un grosor de 2,5mm que puede estar compuesto por una sola pieza de madera o por varias. La elección de cada tipo de parquet dependerá de la forma de colocación y del suelo en el que va a ser colocado. Existen diferentes tipos de parquet: macizo o tarima, flotante, mosaico, industrial, lamparquet, multicapa… Lo que los diferencia son, generalmente, el número de capas que se coloca, la longitud, forma y también grosor de las mismas. Dependiendo del presupuesto que tengamos, los metros cuadrados, la superficie donde lo queramos poner y nuestras necesidades, elegiremos un tipo u otro, ¡pregúntanos!
Colocar este tipo de suelo en nuestra vivienda nos traerá un montón de beneficios, ya que al ser un material natural tendremos la suerte de tener un suelo único e irrepetible, lo que le dotará de mucha personalidad. Además, se trata de un material ecológico y sostenible de una gran calidad, lo que convierte a la vivienda en un entorno perfecto que busca el bienestar de sus habitantes.
Deja una respuesta